Cuando hace 4 años la veterinaria me dijo que se iba a morir y que porqué no le daba mejor una jeringa con los dulces sueños, yo, como en una película hollywoodense, le agarré la trompa, lo miré a los ojos y le dije en voz alta: ¡Vos no te vas! ¡No puedo largarte! ¿Entendiste? ¡No te vas! El tipo me hizo caso con creces y aquí lo tengo a mi viejito buen mozo. Lo que me gusta de su vejez, es que le compré este almohadón negro para mascotas y él lo usa como un verdadero humano. Duerme en posición fetal.
7 comentarios:
Lindo el viejito.
es un divino!!!
que buena decisión tomaste.
como odio a los docs a veces. el mio me dijo el otro dia que mi gatito podria no sobrevivir los golpes sufridos durante su larga ausencia. pasaron 24h y está mil veces mejor... larga vida a Felix! mis perruchis tmb duermen con cabeza en la almohada - muchas veces la mia...
Se nota que fue un galán!
Hermosa historia, qué suerte tiene el bonito de tenerte.
lo felixito por quedarse, ese es un verdadero perro!
hernán: aún se paran a acariciarlo en la vereda.
LCL: ja, ja! un momento bigger than life!
GOT: a los docs hay que saber interpretarlos o llevar intérprete.
una: fue mágico!
lulú: Felix feliz reencarna en buda. para mí fue un lama que pagó un mal karma siendo perro. ahora vuelve a las alturas del Himalaya.
Ojo, ahi falta el target de quienes se paran a acariciarlo. Habría que segmentar por edad y sexo para sacar conclusiones.
Tiene un gamulán de nono.
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