el 4 de octubre en Madrid

el 4 de octubre en Madrid
La máquina de proyectar sueños

jueves, 30 de diciembre de 2010

nuestra barbitanga al museo de postales móviles!!!!!


De la foto casera con mi cara tapada por una tanga como barbijo al comienzo de la gripe A, pasando por todas las fotos enviadas hasta la repetición de la barbitanga de Perra de Agua a manos de mi fotógrafa favorita Flavia Da Rin.
El reverso de la postal con la foto cubierta por un papel transparente con un texto que escrbí.
 Foto sobre fotos del museo de postales móviles.
 Ilustraciones en otros salones del MDM.
 El Tema era el frío.
Nuestro  texto cubre la foto de Perri en barbitanaga por Flavia Da Rin. Uno de los curadores de la sala de Literatura e imagen es Adrián Candelmi, que fue quien nos invitó a participar.
La caja que contiene el museo de postales móviles idea y realización del colectivo Terrorismo Gráfico
....y la transformé en barbijo.

Murió el gran poeta Ricardo Zelarayán


Escritor en pose de combate. RICARDO ZELARAYAN. 

La aparición de “Lata peinada”, después de años sin publicar, permite reencontrase con uno de los más extraordinarios escritores argentinos contemporáneos, cuya influencia sobre las nuevas generaciones de poetas y novelistas es inmensa. Dueño de un estilo que combina la picaresca criolla con Joyce y Céline, su obra es una reflexión sobre la violencia del lenguaje

Por Fabian Casas /Fernando Molle


Obra. Con sólo cinco libros publicados en pequeñas editoriales, es uno de los autores que mayor influencia ejerce sobre los narradores y jóvenes poetas.

Mateo es un peluquero joven del barrio de Monserrat. Una de sus obsesiones es poder dar un buen servicio a los clientes y que ese servicio se metabolice en un crecimiento de su negocio. También es fanático de los libros de autoyuda que te estimulan para potenciarte y “no decir sí cuando se quiere decir no”. Tiene mucho sentido del humor y chispa al hablar. Hace poco me dijo: “Todas las noches le pido a Dios que haga nacer pibes con dos cabezas”. Esa frase me hizo reír y después me dejó pensando.
Horacio Binnel fue un compañero del secundario. En ese entonces era un tipo horrible, con cara de rata, casi siempre enfundado en un blazer grueso que le quedaba grande y que le producía un sudor permanente que le mojaba el pelo. Como los jóvenes son crueles, le decían El Bicho y sólo lo tomaban en cuenta para hostigarlo. El, como única defensa para sobrevivir, se expresaba solamente a través de refranes. Conocía millones de ellos y tenía uno para cada ocasión.
Mateo el peluquero, me hace acordar a los personajes de Ricardo Zelarayán que suelen ser creados por el lenguaje justo en ese momento en que el habla cotidiana sale del lugar común y produce un chispazo eléctrico que nos sacude de la modorra, como la piel sísmica del caballo se mueve para espantar a las moscas. El Bicho Binnel, en cambio, me recuerda la estrategia de escritura de Zelarayán con la que suelen empezar sus relatos, novelas o charlas: con refranes, con frases hechas modificadas, trastocadas. Una estrategia que pone en marcha la gran maquinaria zelarayanesca. Lata peinada, Variación 2: “¡Atención a los colados que pueden ser más importantes que los invitados! ¡Atención al número cualquiera que puede ganarle, a la larga, al principal! ¡Atención al huevo roto de la docena! ¡Atención al anónimo crecido en el viento negro de la miseria que puede ser el príncipe al final! ¡Ojo con el rengo que se agranda en la adversidad!”
Ricardo Zelarayán publicó muy pocos libros. Los poemas de La obsesión del espacio, en 1972, cuando ya tenía 40 años, La piel de caballo –una novelita finita–, Roña criolla –poemas repetitivos en clave musical–, un breve artículo crítico sobre Erik Satie, un librito de cuentos para chicos llamado Traveseando, y ahora acaba de aparecer la mítica novela perdida y encontrada que según Zelarayán “se le había ido de las manos”: Lata peinada. Desde las contratapas de los libros –escritas por él bajo el nombre de Odrazir Nayarales– Zelarayán preparó su mito: escribe mucho, pierde casi todo en sus incontables mudanzas por las pensiones y sólo logra publicar lo citado antes arriba. Dice que es entrerriano de nacimiento y salteño-tucumano por tradición. Se describe como un provinciano resentido exiliado en la capital, rodeado de porteños. También aclara que es sordo y músico frustrado. Lo de músico frustrado habría que reverlo. Porque lo primero que deja en claro la lectura de cualquier verso –ya sea bajo la respiración del poema o de la prosa– de Zelarayán, es que es un músico genial. Su instrumento, un pequeño aparatito que suele sacar del estuche para ponerse en la oreja: el audífono. Con él se convierte en “escuchón” y pasa al papel la música que produce la gente cuando se cruza en un bar o en las mateadas de amigos, los relatos orales que circulan de boca en boca, y que se van enriqueciendo de acuerdo al talento del narrador de turno. Zelarayán, como Joyce o César Vallejo, es difícil de traducir, con lo cual uno agradece haber nacido en su lengua. Sus relatos nos dicen dos cosas: que los géneros son convenciones tranquilizadoras que no sirven para nada y que un narrador que no lee poesía es un semianalfabeto. La gran salina, el poema que como un río atraviesa La obsesión del espacio, el libro de poemas del ’72, tiene sobre muchos de los buenos poetas jóvenes argentinos una influencia capital. La prosa de Zelarayán –siempre poesía– está hecha con violentos cambios de clima e imágenes dantescas del campo, pero no del campo idílico, sino de la urbanización que crece en el medio de los pueblos, trayendo sus negocios, sus traficantes, sus autazos y sus machados, es decir toda la escoria de las ciudades que destruye a la naturaleza original que ya se ha perdido. En la época de Dante, escribió T.S. Elliot, los hombres todavía tenían visiones. Los relatos de Zelarayán también las tienen: un hombre perdido en medio de un arenal, unos policías en lancha surcando el Riachuelo tanteando el cuerpo de un muerto, o una pelea memorable entre dos tipos que apenas se ven por la oscuridad de la pieza de adobe donde tratan de matarse a palazos. Leer algunos tramos de Lata peinada es similar a escuchar los grandes temas de Frank Zappa, sobre todo en esos momentos en los cuales el compositor bigotudo alterna disonancias molestas que preparan la irrupción de un fragmento lírico que pone la piel de gallina. Zelarayán en Lata peinada describe a unas gordas que paren hijos al tuntún y que están bajo la protección de un puntero local, hasta que éste, de pronto, muere. Zelarayán arremete: “Los votos de las gordas se venden caro… hasta que un día los perro cimarrones empiezan a atacar, a perseguir a muerte a las gordas sueltas despavoridas (…) ahora los hijos de las gordas sueltas vuelven rapados del servicio militar y arrasan con todo como langostas. Y las gordas que se salvaron de los perros cimarrones tratan de cazarlos entre las piernas”. Zelarayán solía acusar a Borges de “distanciador”. El prefería montar el caballo en pelo, sin la montura. Por eso, se indignaba cuando se decía que La Metamorfosis de Kafka era literatura fantástica. Para comprender La Metamorfosis de manera cabal, Zelarayán proponía leerla como un relato realista. Desde este enclave, los niños de dos cabezas que pide el peluquero Mateo, son con dos cabezas de verdad. Pero esta postura vital no debería dejar de lado algo esencial: que para el compositor entrerriano los Cahiers de Paul Valéry eran obras maestras de la literatura. En ellos, Valery no escribe poemas o prosa, sino que reflexiona incansablemente sobre los mecanismos de la creación. Zelarayán contaba que sus amigos porteños lo llamaban, gastándolo, “el franchute”. Lo cierto es que este descendiente de indios analfabetos por el lado paterno habla inglés y francés a la perfección –de hecho se ganó la vida traduciendo– y, como el autor de El Cementerio Marino, gusta de reflexionar sobre los engranajes de sus textos. El posfacio de La Obsesión del espacio es claro: “En realidad no es obligatorio leer lo que estoy escribiendo. Nadie espere una explicación de este libro. Simplemente, quiero agradecer y de paso… Pero por ‘ai’, y ese es el riesgo, lo que está adelante puede ser interpretado como el prólogo de esto, es decir que éste es el fondo de la cosa”. Lata peinada también tiene violentas interrupciones donde el autor escribe dos o tres veces el mismo fragmento y le va aplicando pequeñas variaciones. También hay apuntes donde se bocetan posibles líneas argumentales y reflexiones sobre los personajes y sus destinos.
A Ricardo Zelarayán le gusta contar historias. Quienes lo tratamos cotidianamente en algún momento de nuestras vidas, conocemos la anécdota repetitiva sobre una pelea a piñas de Haroldo Conti con un tipo del que, después de los golpes, se hizo amigo. Le encantaba particularmente este combate donde los dos hombres primero se mataban a palos y después se curaban mutuamente las heridas y se perdonaban. La solía contar con variaciones, como lo hace en sus relatos. En una había un perro de Conti en el medio de la trifulca: “¡Era el perro de Haroldo!”, gritaba debido a su sordera. En otra, los hombres peleaban en un balcón y había un loro que los arengaba. Todas las versiones eran extraordinarias. Ahora llevo en mi memoria esa maravillosa música, la voz de Ricardo Zelarayán. sigue

domingo, 19 de diciembre de 2010

Las Sobreadaptadas

el sensacional debut internacional de Las Sobreadaptadas, el viernes pasado en
la radio muy pronto aquí

viernes, 17 de diciembre de 2010

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Extasis y agonía en diciembre

lulú-la secretaria-una et moi pleno  pasaje de poderes.

lulú encandilando 

"Le tiré los lácteos", muy buena la frase acuñada por Rubén, el peluquero de Una que ya ha sido visitado x La Secretaria. El hombre, un genio de las tijeras (corta bien cualquiera sea su estado) fue al choque con LS al esgrimir la gorilásea frase "Esa Perra", una especie de reemplazo para "Esa Mujer".
Llegué con gripeta a full aclarando que me iría temprano. pero la noche de calor mágica me fue envolviendo en el magma de las corrientes femeninas y así recién partimos ante la inminente caída de perciana metálicamenazaba con partirnos el craneo al medio. ya tengo nostala de ayer a la no

domingo, 12 de diciembre de 2010

Dama$ Grati$ - Soy Paraguayo y Que

polleras japonesas

más polleras transparentes (made in japan)

Tarantino y yo!!


Ahora todos parecen anhelar hacer confesiones. Y pedirlas. Una verdadera corriente de pathos alrededor de uno mismo. ( Nota: corregir la constante autorreferencia, defecto que se pone en evidencia en cada una de estas notas al pie. Sólo con el ánimo de aplacar la curiosidad manifiesta de los lectores es que reproduzco la humillación que develé ante mi primer Confesionario.
) Escribí un libro en la última década del siglo pasado. Lo hice con una compañera de trabajo, aunque ella era la redactora estrella de este diario, el de mayor tirada de Buenos Aires, y yo, una modesta colaboradora que cobraba a destajo por cada artículo que publicaba. Para ingresar al diario debía entregar mis documentos a un empleado en el hall del edificio. A cambio, me colgaban de la pechera un ofensivo cartel que denunciaba mi condición de VISITA (apenas podía, yo desenganchaba el cartel y lo ocultaba en un bolsillo). Desde unas estrechas sillitas, las otras visitas y yo aguardábamos a que un verdadero redactor aprobara nuestro ingreso. Esas sillitas fijaban con precisión nuestro lugar en el mundo. Sólo teníamos que mirar a nuestros costados: informantes de la sección Policiales, actores de tercera línea, pasadores de carreras de caballos, deportistas en baja; todos ellos eran lo que yo, esto es: nadie. Una chica que no podía pagar las facturas de luz y que escuchaba elBolero de Ravel porque alguien había olvidado el disco en su casa.
La obra literaria en cuestión, un vulgar libro de chismes, merced a la eficacia de mi coequiper se hizo inmensamente popular. Fue nota de tapa de la revista dominical más leída, durante cuatro meses se hicieron concursos radiales de preguntas y respuestas sobre los personajes del libro, mi coequiper y yo nos maquillábamos en los taxis rumbo a las entrevistas en TV; firmamos cientos de ejemplares en la Feria del Libro; por la calle nos topábamos con desconocidos que gritaban nuestros nombres; los artistas, los escritores nos trataban como si fuéramos uno de ellos, como si compartiéramos su genio. Lo peculiar de esta celebridad es que se presentó con tal naturalidad que produjo el efecto de confundirse con personalidad. Quiero decir que parecía que todo siempre había sido así. Y que sería siempre así. Se vendieron diez ediciones del libro. Cincuenta mil ejemplares. Pagué la cuenta de la luz, entre otras cosas.
Las fiestas, los halagos, las sustancias euforizantes, las sustancias relajantes me produjeron una deliciosa amnesia, amnesia que afectó directamente la corteza en la que se hallaban incrustadas las sillitas del hall del diario. Luego, con el paso de los meses, los sonidos comenzaron a templarse. Las luces titilaron, los cócteles menguaron, los amigos también, hasta que, en una de las últimas fiestas, un fotógrafo se acercó. ¿Cuál es el momento exacto en el que una persona deja de ser famosa? Puede medirse con relativa precisión el momento en el que una persona comienza a ser famosa, pero no es tan sencillo registrar el de su ocaso. Una posibilidad es fijar el día en que un fotógrafo, en una fiesta llena de celebridades, luego de disparar unos flashes se le acerque y en un susurro le pregunte su nombre. Pero el verdadero último estadio de la humillación es el momento en que un fotógrafo le hace, en vez de una, dos preguntas: la primera, el nombre; la segunda, su número telefónico. Ese fotógrafo no trabaja para un medio periodístico. Al día siguiente de la fiesta llamará al ex famoso y le ofrecerá las fotografías que le sacó junto a las celebridades a razón de unos cien pesos cada una. Yo no las compré.
Las cosas habían vuelto a acomodarse en la misma sillita estrecha en donde habían comenzado. No tuve que escuchar más música de rock. Ya no era la chica más moderna de Buenos Aires. Y es que, olvidé contarles: por una combinación azarosa de factores, aquella fama, además, me había señalado como el arquetipo de la modernidad. Otra confusión entre fama y personalidad. No, yo no era una chica moderna. No era una cuestión de personalidad. O sí, era una cuestión de falta de personalidad. Cuando se fue la fama, se llevó mi personalidad.
Hace un par de meses, cuando me invitaron a leer un manuscrito en el ciclo Confesionario, lejos de alegrarme porque alguien volviera a acordarse de mí, fui presa de un ataque de pánico. En el Confesionario leían sus escritos personales notables poetas y artistas, finos escritores: ¿por qué fui yo invitada a leer mis “textos”? La respuesta me llegó unos días más tarde, cuando, convenientemente medicada, entré en el Centro Cultural Ricardo Rojas. Allí me esperaba la creadora del ciclo, Cecilia Szperling, junto con las dos directoras más brillantes, jóvenes y consagradas de la escena artística de Buenos Aires. Entonces comprendí que la operación que efectuó Cecilia Szperling al invitarme a mí, Laura Ramos, a leer mis escritos fue la misma operación que efectuó Quentin Tarantino al invitar a trabajar en sus películas a John Travolta y a David Carradine, los cascados, envejecidos héroes de Fiebre de sábado por la noche y Kung Fu .

pollera transparente!

lindas, no?
creatividad japonesa.

quiero estar ahí!

en el bosque nevado.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Ho Ho

 vía vivi tellas

Climáticamente incorrecto

Sé que pedir lluvia, cuando en Colombia y otros países se están ahogando bajo las aguas es climáticamente incorrecto.
Necesito lluvia, nieve...gris, blanco frío...este calor pesado no me deja pensar...razones que no puedo explicar aquí me impiden dejar esta ciudad caliente como un volcán.
quisiera estar en el ashram japonés de las 7 rocas, una a tus espaldas y recobrar ese estado mineral que me saca de la especie humano-animal por un rato.

Al fin, llueve!!!

viva la lluvia!

martes, 7 de diciembre de 2010

el chill out de Confes-por Bro


Comunión en el chino x Bro

Las noches en el chino se hacen cortas. Si no fuera por el descanso de los chinos, nos quedaríamos más tiempo. Algunos ya nos conocemos, otros no. Hablamos, callamos, otorgamos y los desconocidos nos volvemos familiares, como el chop suey.

- Para empezar, dos porciones de arrolladitos primavera, por favor.
- ¿Ló pocione?
- Sí. Y para compartir, pollo kung pao...
- É muuuy picante, ¿eh?
- No hay problema. También un chop suey y un chaw fan de camarones, por favor.
- Tónce... ¿Ló aloshado, ú kunpó, ú chop suey y ú chofá e camalón?
- Así es. Gracias.

Pensar que vienen de tan lejos; otra cultura, otra onda, otro idioma, otros tiempos y acá nos entendemos. La mesa giratoria anula las distancias... Casi tan lejanas como el fainá y el won ton; pero ya no, porque el chino no desentona en plena Corrientes.

Después del Confesionario, la Comunión es en el chino

domingo, 5 de diciembre de 2010

Confesionario Confesado!!!!



Confesiones de un fumador de opio

05/12/10
PorLAURA RAMOS
CLICK PARA LEER LA NOTA EN CLARÍN
 Fue mi confesión a la radio la causa de que todo saliera a la luz. Las confesiones anteriores, cartas amorosas, arrepentimientos, mentiras, falta de nobleza, placeres indecentes, excesos de ingenuidad o de cinismo…. Fue una invención de Cecilia Szperling: Confesionario. Formato de lectura pública, artistas y escritores que leen textos personales en vivo. Se hizo una bola de nieve. Rosario Bléfari, cantautora, ex Suárez, se propuso hacer una revelación que le avergonzara contar en público: había sentido envidia de la plata de su mejor amiga (nos reconocimos touché ). Alan Pauls leyó de su diario íntimo que al volver de una fiesta sintió una desagradable impresión de despilfarro y se propuso no gastar tanto ingenio en salidas sociales; Edgardo Cozarinsky lo pasó muy bien durante su servicio militar; las carcajadas de Marcelo Birmajer al escuchar un chiste son siempre fingidas, porque los chistes, incluso los buenos, no lo hacen reír. Cada lectura parecía superar a la anterior. (La pedófila del artista Guillermo Iuso aventajó a todas, y sugiero que ese acontecimiento, incluidos el pugilismo, la ira y el alcohol, llegó al fondo de los fondos del propósito metafísico, explícito o no, del espíritu de la confesión.) Se impuso como moda un dispositivo Hágalo Usted Mismo shakesperiano: los escritores menores comenzamos a escribir sobre nuestras miserias y abyecciones, hubo catarsis colectivas, sincericidios; una fiebre del oro, sólo que el oro era nuestras propias mezquindades.
Cuando fui invitada a mi tercera Confesión, por radio, hace dos semanas, me rehusé a exhibir más sucesos humillantes de mi vida. Ya había participado en dos “sesiones” anteriores. Esta vez me propuse leer un texto que no mellara mi autoestima. ¿Por qué no hablar de mi libro fetiche? Conté entonces al aire que una noche, buceando en la Web, mientras indagaba sobre el minimal thecno, mi nueva música litúrgica, mi Bill Evans, mi Gilda, mi Bach, me detuve ante la reseña de un libro cuyo título llamó mi atención: Sólo se vive una vez. Un tratado sobre el mundo de la noche, publicado por la Editorial Backstage. Su autor, Armando Enhiesta, era presentado por el comentarista como “clase 67, abogado de profesión, outsider intelectual”.
(Nota: siempre me atrajo la idea del outsider, por principio, pero además el mundo de los legistas despierta mis simpatías desde niña, cuando los abogados amigos de mis padres eludían con procedimientos judiciales no del todo límpidos los frecuentes juicios de desalojo o embargos a los que su vida bohemia nos conducía.)“…Yo trabajaba mucho, muchísimo –contaba Armando Enhiesta en su libro-, en el bufete de Marval, O’Farrell & Mairal, pero también me gustaba salir por la noche. Como representaba legalmente a muchos dueños de boliches, mi presencia era asidua y bienvenida… Soy fan de las epifanías. El instante en que un leve indicio marca un antes y un después en la vida de una persona es digno de todo mi respeto. Y una epifanía fue haber visto a Pan Sonic, un dúo finlandés de electrónica experimental, un domingo del año 2000 en el Morocco. Nunca antes había vivido algo similar en una discoteca. Leyendo a Stockhausen había encontrado que nuestro cuerpo es un sistema eléctrico y que podemos percibir los sonidos con todo el cuerpo, no sólo con el oído. Bueno, esa noche decidí dejar de escuchar a Bob Dylan.” Al terminar de leer esta proclama sentí un arrebato místico. ¡Oh! ¡Había reconocido, por el grano electrónico de su octava grave a un alma gemela con sonido de alta frecuencia! Y es que una noche del año 2004 yo había experimentado la misma epifanía que el doctor Enhiesta. La jouissance de Roland Barthes, la trascendencia, la dicha. Transportada, salí a comprar el libro. Pero la editorial parecía demasiado pequeña para tener una buena distribución comercial. Lo rastreé entonces por librerías independientes, de libros usados, de libros raros. Envié cartas, volví a MySpace y a los sitios de electrónica que conocía. Conseguí una pista sobre el autor del comentario, aunque desalentadora: se había afincado en París. Con más dificultades obtuve un informe del departamento de Recursos Humanos del bufete Marval, O’Farrel & Mairal: “Lo sentimos, no podemos brindar información sobre los datos de nuestros archivos”.
Entonces, cinco días después de que el programa radial de Confesiones hubiera salido al aire, recibí una carta de correo postal franqueada en París, una respuesta a las tantas que había enviado. La misiva, firmada por Gustavo Álvarez Núñez, autor de la reseña, me decía con toda sencillez que Sólo se vive una vez. Un tratado sobre el mundo de la noche era un invento suyo, que Armando Enhiesta no existía, que todo el asunto no era más que una broma literaria, una farsa musical escrita para un número de la revista Otra Parte dedicado a la Crítica-Ficción, y que nunca pensó que un periodista avezado o, más vergonzante aún, que un verdadero conocedor de la música electrónica se lo iría a tomar en serio. Todavía no me atreví a llamar a la radio para contar la verdad.

Si, aguanto!


me quiero casar de nuevo!, pensé. después de ver a Marian y Lean y a su pequeña Rita jurarse amor eterno, aguante incondicional y cerrar el círculo del amor con un collar de semillas naturales.
y otra ocasión para vino y cerveza y JB y pensar "así no llego al 24!"

sábado, 4 de diciembre de 2010

no perderse a Marta en Malba!


MM en ConfesionarioTV 2008-
Muchas de sus obras primeras, efímeras, acciones, happennings, intervenciones, irrupciones, no tienen registro ni documentación.
todavía no fui a la muestra, me gustaría ver que hay documentado de su actuacion en los 60 y 70.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Esta Noche: Radio!! Confesionario y amigos

 Gaby Kerpel- de La Organización Negra al Bicentenario- + DJset
 Valeria Mellier 1- La suma de todos los pasillos-
Laura Ramos- Confesionario-

Esta noche de 22 a 24 hs.-viernes 3 de diciembre- 87.9 FM o click aquí. Confesionario y amigos.http://www.rojas.uba.ar/contenidos/radio/index.php

Caperutweet!

Marcela Proust
Caperucita en 140. 

*Bienvenido: ¡Pasá, Feroz, que te estoy esperando! No necesitás hacerte el lindo, ni el tierno. Te creo, te creo: metete en mi cama; comeme toda.
Baby, Gabriela






*Murieron los lobos. Pasaron los años. Ardieron los bosques. Se extinguió la especie humana. Entonces Dios creó un paraíso lleno de Caperucitas.
Álamo González, Ricardo



*Cuando apago la luz de mi cuarto, veo claramente los ojos inyectados de sangre del lobo que me defiende de mis pesadillas con Caperucita.Álamo González, Ricardo






*Los árboles piensan que el Leñador fue una leyenda. Nadie volvió a hacharlos desde el sangriento episodio del bosque.DiegoBaldessari

*En la soledad del geriátrico, la abuelita lamenta no haber sido comida por el Lobo.Baldessari, Adriana Sofía
*"Con tanta caperuza roja y progre, más que un lobo, en el cuento debiera haber un gorila."Barberis, , Adriana Sofía

Diciembre Vértigo





balance de fin de año, fiestas, tragos, encuentros...y esto recién empieza!!!!
Diciembre: es que alguien podrá acaso podrá detenerlo?

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Lady Gaga. Telephone.


Todo fue posible gracias a Lady Gaga, podría decirse. Día tras día, el joven soldado Bradley Manning –un analista de inteligencia del ejército estadounidense, de 22 años, movilizado en Irak–, entraba a las oficinas de informática de una base de EE.UU. en Bagdad, y copiaba en un CD falsode la excéntrica cantante miles de documentos secretos que luego entregó a Wikileaks.
“Nadie sospechó nada. Fue extremadamente fácil. Tuve acceso a los servidores 14 horas al día los siete días a la semana durante ocho meses”, le confesó Manning por chat a un amigo hacker, Adrian Lamo, 29, quien terminó denunciándolo al Pentágono .
Bajo el alias de Bradass87, Manning chateaba con Lamo y le dijo: “Entraba a la sala de informática con un CD regrabable de música que decía ‘Lady Gaga’, borraba la música y grababa un archivo comprimido con la información secreta. Nadie sospechó nunca nada y probablemente nunca lo sabrán”.
Manning estaba entusiasmado y siguió contando: “Hillary Clinton y miles de diplomáticos del mundo van a tener un infarto cuando se levanten un día y sepan que el contenido de esos documentos es de dominio público”.

martes, 30 de noviembre de 2010

*Hoy se presentó el espacio de hombres por la despenalización del aborto*

Hoy a las 12 hs, en el salón Cabezas de la Cámara de Diputados de la Nación,
varones a favor de la despenalización del aborto brindaron una conferencia
de prensa.

En el marco de las iniciativas llevadas adelante por la Campaña Nacional por
un aborto legal, seguro y gratuito, y continuando con el documento elaborado
en Chaco que recorre el país y ya pasó por Córdoba, un grupo de varones de
distintos sectores de la sociedad se reunió para manifestar su apoyo a la
consigna “El aborto no es solo un problema de mujeres, es de toda la
sociedad”.

Participaron de la conferencia de prensa Abraham Gak, contador y miembro del
plan Fénix; el escritor Federico Andahazi; el historietista y dibujante
Pablo Fernández, el presidente de LGBT Esteban Paulon; el futbolista de
Argentinos Juniors Gustavo Obermann y Pedro Lanteri, director de la radio de
las Madres de Plaza de Mayo. La mesa fue coordinada por Javier Núñez, asesor
de la diputada Cecilia Merchán de Libres del Sur (Movimiento Proyecto Sur),
la impulsora de la iniciativa.

Abraham Gak recordó que en su vida de docente se cruzó con muchas
adolescentes a las que un embarazo no deseado les cambió la vida arruinando
todos sus proyectos futuros y analizó que si el aborto fuera legal eso no
sucedería. Resaltó también que “la Argentina es un oasis en cuanto a
derechos individuales”.

Andahazi, por su parte, indicó la necesidad de un marco legal y se preguntó
por qué el tema está relacionado nada más que con las mujeres. “Los hombres
tenemos igual responsabilidad o mayor que las mujeres”, dijo y agregó: “No
podemos ser hipócritas”.

Luego fue el turno de Pablo Fernández que calificó las condiciones en las
que se realiza un aborto clandestino como “una carnicería”. “Ser madre a los
11 o 12 años es brutal”, se indignó y resaltó que “acá estamos hablando de
la vida”.

“El año 2010 se va a recordar como el año de la igualdad. Empezó en febrero
donde distintos sectores se manifestaron a favor del matrimonio y terminamos
el año acá debatiendo el aborto”, comenzó su alocución Esteban Paulón. Según
el presidente de LGBT la ley también igualará a las mujeres que pueden
hacerse un aborto con las que no. “Las 600.000 mujeres que se practican
abortos al año son una deuda pendiente y nos ponen en la necesidad de
avanzar en este debate”, señaló.

Obermann advirtió que “más derecho a la vida que la posibilidad de elegir
qué hacer con el propio cuerpo no hay”.
Por último, Lanteri se explayó: “Por fin vamos a dejar de ser hipócritas.
Este fundamentalismo religioso lo que hace es luchar por la muerte. El
aborto clandestino lo hacen las mujeres que no tienen dinero para hacerlo en
condiciones normales”.


*FIRMANTES*



*Federico Andahazi (escritor)*

*Mario Sebastiani (médico del Hospital Italiano)*

*Abraham Gak (contador público - plan Fénix)*

*Esteban Paulon (presidente Federación LGBT)*

*Pedro Lanteri (periodista, director radio Madres de Plaza de Mayo)*

*Gustavo Obermann (futbolista)*

*Cristian Mallea (artista)*

*Pablo Fernández (artista)*

* Victor Hugo Morales (periodista)*

*Juan Pablo Varsky (periodista)*

*Ernesto Tenembaum (periodista)*

*Reynaldo Sietecase (periodista)*

*Osvaldo Bayer (escritor-cineasta)*

*Osvaldo Bazán (periodista)*

*Luis Ziembrowski (actor)*

*Miguel Rep (artista)*

*Martín Caparrós (escritor)*

*Juan Palomino (actor)*

*Marcelo Panozzo (escritor)*

*José Pablo Feinmann (filósofo)*

*Juan Diego Incardona (escritor)*

*Oliverio Coelho (escritor)*

*Alan Pauls (escritor)*

*Alejandro Kaufman (comunicador social)*

*Eduardo Balán (artista)*

*Hugo Chumbita (historiador)*