Climáticamente incorrecto
Publicado el 23 de Enero de 2011Por
Nunca más vuelvo a Argentina en diciembre, dice Lily (casi neoyorkina), y una lágrima de Lichtenstein cae por su mejilla nacarada.
“No puedo más”, y suelta otra lágrima de chica de historieta.
–Mañana te vas a Uruguay y el mar se lleva todo (la intoxicación, la guardia del hospital, la deshidratación). Digo mientras imagino que meto la cabeza en un balde repleto de hielos.
Ese encuentro fue una verdadera injusticia climática. Las dos en ese bar, en trance, en el horno.
“¡Lluvia: te necesito!”, posteo al llegar a casa. Chequeo las noticias y veo la inundación en Australia. La ciudad sumergida y la gente arrastrada y todo lo que tienen las catástrofes naturales.
Inmediatamente borro mi pedido de lluvia en mi blog, en FB, en Twitter. Me siento culpable y me reto: climáticamente incorrecta, ¿pedir más lluvia sobre el planeta cuando parte de la humanidad es aniquilada por ella? Me asusto: Mal Karma.
Al día siguiente alguien twittea sobre los dos arcoiris vistos el día anterior. Un cielo perfecto e irreal, redoblo. Otro twitt replica que no muy lejos, en la misma ciudad, ¡tres personas morían partidas por un rayo!
Imagino a Lily y su hijita en la playa, en la arena sin fin, infinita, en el mar sin fin, infinito. La envidio. Y pienso: ¿Por qué no me llama? ¿Sólo fui un container para sus lagrimones? Y entonces me reclino, cierro los ojos y pido nieve, y rodar en la blancura y hacer angelitos. Y, desde el peor de mis resentimientos de veraneante en la ciudad ardida, pienso que esa nieve inmensa, en mi mente, supera a todas las playas en las que están todos los veraneantes. Mi nieve rasa, soloblanco, es simplemente sublime. Mensaje de Texto: Serena no pudo viajar a Uruguay x aeropuertos en NY cubiertos de nieve. Me fui. Barada en Washington. Love you, Lily.<
Cecilia Szperling escribió El Futuro de los artistas (relatos) y Selección Natural (novela). Es creadora de los ciclos Lecturas ≠ Música, Confesionario, historia de mi vida privada y Libro Marcado.
“No puedo más”, y suelta otra lágrima de chica de historieta.
–Mañana te vas a Uruguay y el mar se lleva todo (la intoxicación, la guardia del hospital, la deshidratación). Digo mientras imagino que meto la cabeza en un balde repleto de hielos.
Ese encuentro fue una verdadera injusticia climática. Las dos en ese bar, en trance, en el horno.
“¡Lluvia: te necesito!”, posteo al llegar a casa. Chequeo las noticias y veo la inundación en Australia. La ciudad sumergida y la gente arrastrada y todo lo que tienen las catástrofes naturales.
Inmediatamente borro mi pedido de lluvia en mi blog, en FB, en Twitter. Me siento culpable y me reto: climáticamente incorrecta, ¿pedir más lluvia sobre el planeta cuando parte de la humanidad es aniquilada por ella? Me asusto: Mal Karma.
Al día siguiente alguien twittea sobre los dos arcoiris vistos el día anterior. Un cielo perfecto e irreal, redoblo. Otro twitt replica que no muy lejos, en la misma ciudad, ¡tres personas morían partidas por un rayo!
Imagino a Lily y su hijita en la playa, en la arena sin fin, infinita, en el mar sin fin, infinito. La envidio. Y pienso: ¿Por qué no me llama? ¿Sólo fui un container para sus lagrimones? Y entonces me reclino, cierro los ojos y pido nieve, y rodar en la blancura y hacer angelitos. Y, desde el peor de mis resentimientos de veraneante en la ciudad ardida, pienso que esa nieve inmensa, en mi mente, supera a todas las playas en las que están todos los veraneantes. Mi nieve rasa, soloblanco, es simplemente sublime. Mensaje de Texto: Serena no pudo viajar a Uruguay x aeropuertos en NY cubiertos de nieve. Me fui. Barada en Washington. Love you, Lily.<
Cecilia Szperling escribió El Futuro de los artistas (relatos) y Selección Natural (novela). Es creadora de los ciclos Lecturas ≠ Música, Confesionario, historia de mi vida privada y Libro Marcado.