Primera página, primer párraf
o-Paff!-cierro el libro
Otro libro de Aira que no puedo pasar la primera página- Que mal!!
Es que Aira o me da mucho más de lo que espero (lo cual desata mi adrenalina, humor, imaginación, placer, velocidad y todo eso) o bien me da mucho menos (lo cual desata decepción, sueño, malhumor y una baja en general, de qué, llamémoslo energía)
Aclaro que me quedé sin punto en el teclado, sepan disimular las incomodidades
bueno, al día siguiente, voy de nuevo, empecinada o para ver de que se trata, si soy yo (la fiaca) o es él (el libro) lo que no da
Bueno, me encuentro con lo que entendí como la mejor ¿parodia? ¿reversión? ¿como llamarla? del episodio textual de la Magdalena de Proust
El momento en que su tía le da de probar la dichosa magadalena y Marcel con todas sus oscilaciones de aprehender el recuerdo y la epifanía perdida/encontrada (punto, te necesito, y como!)
Entoces me entregué como si fuera un jinete en su caballo y me dejé llevar por los bosques más remotos, a pura diversión, por el autor. (me copy/paste un .)
En la página 62, casi me duermo, pero, eran alrededor de las 3pm, La hora de la siesta! otra vez, era yo y no él (el libro).
Bueno, soy muy mala lectora.
Leo lo que quiero, quiero decir, no necesariamento lo que dice el texto (lo de elegir un libro lo doy por sentado) interpreto y asocio y todo refiere a mí, así que bueno, tomen muy a la ligera cualquier cosa que yo diga porque mi gusto es volátil.
digamos que si estoy bien, no hay nada que no me guste, y en un mal día nada puede gustarme.
Cito cualquier cita de El Mármol, como Aira escribe cualquier imagen para parodiar a Proust.
Ah| también ironiza mucho a Borges, a lo que B escribe no a su persona, aunque no es ironizar, tampoco homenajear, es algo que hace que me gusta mucho como lo hace.
La verdadera causa fue que al dormir esa vez tuve un sueño, extenso, complicado, maravilloso.
Estos adjetivos, el útimo en particular, son lo único que me quedó del sueño, porque su argumento e imágenes las había olvidado al despertarme. Solo tenía, y seguí teniendo durante un tiempo, esa sensación que me exaltaba, de invención, de aventura, gratuitas pero por ello tanto más libres y poeticas, mas parecidas a la vida.