mayo 2004
Mayo
Me acuerdo haberle comentado a Ian McEwan ( Expiación es su último libro) en una entrevista en su casa de Oxford, sobre su libertad al escribir sobre ciertos tabúes sexuales. ‘Libre”, me contestó, “no me siento. Libre es Phillip Roth que puede hablar mal en sus libros de su ex –esposa. Yo sin embargo nunca lo haría y eso es una gran limitación.”
En Confesionario, historia de mi vida privada, los escritores saltan el límite de lo prudente y lo adecuado. Pueden hablar sobre mal de sus ex – esposas o esposos. Pueden acusarlos de borrachos y perezosos. Cuentan escenas de seducción con sus hijos o reconocen sentimientos tan incorrectos como la envidia sobre otro artista en ascenso o más talentoso. Inclusive se juegan bromas entre ellos. Declarar odios, amores insanos, preferencias y turbaciones. Reconocer mentiras, estafas y engaños. La historia personal es siempre interesante. Nunca aburrida. Es siempre un desafío y un secreto susurrado al oído. Estoy herido, resentido, no te quiero más, nunca te quise. El protagonista cuenta su historia sentimental. Después el público puede preguntarle lo que quiera.
Confesionario, Historia de mi vida privada. Una propuesta sentimentalmente incorrecta.
leen : Martín Prieto - Fernanda Laguna - Susana Pampín.
presenta: cecilia szperling
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