La poesía nos rescatará
Por Cecilia Szperling
Una vez invité a Liniers a un Confesionario en Plaza Flores. De golpe el diluvio en medio de la plaza. Empapada bajo la lluvia le conseguí un taxi. Conmovido Liniers hizo una de sus tiras cómicas que terminaba: “La poesía nos rescató a todos”. Ese día estaba el gran poeta Noy, ahí también, símbolo de la poesía.
El poeta Ariel Schettini, que me deleita cada tanto con sus soberbias poesías por mails o en lecturas, me invitó a formar parte del equipo literario del Encuentro Federal de la Palabra. Mil veces sí, dije.
Schettini me comenta que se suma el filósofo amigo Mariano Dorr. Mil veces sí, pensé esta vez sintiendo que de alguna manera Dorr me complementaba y que éramos un Ying Yang cerrado, absoluto.
-Te animás a leer en la Cadena?
-Mil veces!
El mail en el teléfono en el instante nos sugiere Juan Gelman. Ariel Schettini nos lee Enumeración de la Patria de Silvina Ocampo. Carlos Villalba -¿existe un productor mejor y más amoroso que él?- lee Juan L Ortiz: “Soy el río”
La lectura la compartiríamos con Dorr que al otro día viene a casa con Urondo, Lamborghini, Gelman, Saer… todo bueno… pero… machista. Tus pechos por ahí, o la niña y sus cabellos por allá, o cancheros u obscenos…no era lo que buscábamos.
¡Vamos con Silvina! Que es mujer, que es una gran poeta, que es rara, tapada, habla gangosa, contesta por el absurdo, te descoloca, que no tiene vergüenza, que es misteriosa, que ama que odia… Así avanzamos esa noche entre whisky, vino, ravioles y lecturas. Leo yo, leé vos… Si va un minuto de Silvina Ocampo por Cadena Nacional, estamos hechos! Y quedamos hermanados para siempre!, dice Dorr.
Magia! El minuto se hizo. Leí a una poeta mujer frente a una presidenta mujer. Cristina, que tiene el don de la palabra. “Me hacés reir, me hacés llorar”, le dije.
Fui parte de un gesto poético, encantador y único. ¡Que las hadas planeen el próximo!