La vida a cara o ceca
Beatriz Sarlo
Para LA NACION
Jueves 28 de octubre de 2010 | Publicado en edición impresa
A las diez de la mañana, la ciudad estaba desierta por el censo. En ese vacío cayó la noticia. Cuatro personas, en un vagón de subterráneo escuchamos que alguien dijo: "Murió Kirchner". A partir de ese instante, la ciudad en silencio se convirtió, retrospectivamente, en un ominoso paisaje de vaticinio. Cuando bajé saludé a quienes habían escuchado conmigo la noticia, quise preguntarles sus nombres porque, como fuera, había vivido con ellos un momento de los que no se olvidan nunca más. En el quiosco de San José y Rivadavia pregunté si era cierto, con la esperanza alocada. nota completa click
2 comentarios:
Esperábamos con alegría saber cuanto somos, y entonces llegó la muerte.
Que tristeza inmensa. Hacía rato que no lloraba tanto. Y lo que me falta. Se murió Kirchner.
Si Sarlo puede ser ubicada, no entiendo las chicanas de otros.
Sarlo no me cae bien y en millones de cosas no coincido, pero el artículo es impecable y respetuoso.
Ro
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