Ceci,
Por ahí lo tenés pero no tenés ganas de volver a subirlo por más que el pùblico te lo pida, jeje. Pero por ahí lo perdiste en serio. Just in case, te lo copio por acá el post que rescaté del bloglines:
gracias meki!
historia del post que decidí levantar aquí
La vida de los otros
Esta mañana mientras caminaba en éxtasis otoñal (flashéo en los días nublados y las hojas amarillas cayendo como copos), me interrumpe una camioneta del Same, un auto de policiía. Más cerca unos gritos de mujer aullando, unos gritos sin forma, sin color. Gritos que nunca aceptarían como sonido en una película, serie de tv o en una puesta teatral.
En la puerta de la casa vecina dos se abrazan con los lamentos de perro herido como fondo.
Estoy apurada y no puedo y no quiero entrometerme en ese asalto, accidente, toma de rehenes (no llegaba a tanto el despliegue policial). Me digo que no soy curiosa.Y con total soberbia o inocencia de niño, que cree que es lo único real en el mundo, me pregunto porqué esa mañana tan estupenda dios quiso que me cruzara con eso oscuro. Como si lo que pasaba hubiera sucedido solo mí. Sigo. Llego a la casa de mi hermana, invocamos namiojorenguekio 20 min y salimos.
Y vuelvo por la misma calle, y paso por el mismo lugar. Y veo al puñado de curiosos y me acerco al policía esta vez y en una escena completamente out of caracter le pregunto ¿Qué pasó? ¿Robo?
No, me contesta y se queda callado.
Se suicidó una chica. se decide a contarme, lo dice en susurro, como temiendo que puediera llegar a conocerla. De repente siento que soy sensible a la vida de los otros y tengo ese sentimiento de alguien herido en nuestro colectivo de personas.
Y sigo caminando y algo en mi se desajusta o se ajusta demasiado. Estoy llorando, tal vez porque me queda la voz de la escena en la que el policía me habla como creyendo que la conozco y eso me afecta. Y degolpe pienso que podría haber sido yo misma en el pasado o en otra posible vida paralela como si tuviera un doble como sucede en Lost. Como si fuera mi doble esa chica.
Y camino una y dos cuadras en catarsis. En ese estado de trance que dicen convocaba el teatro griego.
Me calmo al llegar a la esquina de casa. Y subo.
y vuelve el nublado y la belleza de Lola y la luz otoñal.
Más tarde en un coche en movimiento quiero rearmar el día y veo la rajadura que tuvo esa mañana impecable de martes. Enseguida asocio con la obra de Lucio Fontana y siento gran conexión con esa tela rasgada. Encuentro una imagen en la que puedo juntar toda la experiencia del día. La imagen me pone a salvo.
Santa Rosa
Hace 22 horas.