Así fui escribiendo La máquina de proyectar sueños. En escenarios, con la genia Paula Maffia cantando a veces sumando a su banda increíble La cosa Mostra (amo!), con las proyecciones de Daria Flavin, algunas imágenes originales para esos escritos y otras de su producción anterior que habitaban el mismo universo de Las Noches, ese primer capítulo que escuché tanto y que no creí sería letra y libro. La magia del vivo, de lo efímero, de los irrepetible me atrajo como un espiral hipnótico. Las fotos de Natacha Ebersquedan como documento de esas escenas de vértigo de presente. Porque como me dijo Pedro Mairal los tímidos vivmos en el futuro y en el pasado...por eso el desafío del presente puro y que lo demás no importe.
Los secretos del abanico
Hace 5 días.
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