LITERATURA
Los diarios de Ricardo Piglia, en Babelia
Por:Winston Manrique Sabogal13/01/2011
El número 999 deBabelia desvelará un secreto, un acontecimiento literario: Los míticos diarios de Ricardo Piglia: "Empecé a escribir un diario a fines de 1957 y todavía lo sigo escribiendo. Muchas cosas cambiaron desde entonces, pero me mantengo fiel a esa manía", confiesa el escritor argentino, uno de los autores más prestigiosos del panorama actual, gracias a títulos como Respiración artificial, Plata quemada y Blanco nocturno (elegido el año pasado el tercer mejor libro de 2010 por Babelia).
El diario de Piglia (Androgué, Buenos Aires, 1940) lo empezaremos a publicar en exclusiva a partir de este sábado 15 de enero, en la revista literaria y cultural de EL PAÍS. Son unos diarios ya legendarios de los que se viene hablando y preguntando hace ya varias décadas en el mundillo literario hispanohablante. Todo eso terminará, ¡por fin!, a partir de pasado mañana cuando los lectores del argentino empezaremos a disfrutar de sus anotaciones: breves y luminosas piezas literarias y de conocimiento sobre sus vivencias, sus inquietudes, sus reflexiones, sus sueños, sus especulaciones, sus teorías, sus emociones. Fragmentos inéditos de su vida y de los latidos de la Vida. Será una vez al mes en Babelia en la sección que llevará un nombre inequívoco: Notas en un diario. Por Ricardo Piglia.
A continuación el adelanto de una de sus entradas:
"Miércoles
Me dijo que había estado preso por estafa y me contó que su padre era vareador en el Hipódromo y que había tenido mala suerte en las carreras. A los dos días apareció de nuevo y volvió a presentarse como si nunca me hubiera visto. Sufre una imperfección indefinida que le afecta el sentido de realidad. Está perdido en un movimiento continuo que lo obliga a pensar para detener la confusión. Pensar no es recordar, se puede pensar aunque se haya perdido la memoria. (Lo vengo sabiendo por mí desde hace años: sólo recuerdo lo que está escrito en el Diario.) Sin embargo, no olvida el lenguaje. Lo que necesita saber lo encuentra en la web. El conocimiento ya no pertenece a su vida. Un nuevo tipo de novela sería entonces posible, “Necesitamos un lenguaje para nuestra ignorancia”, decía Gombrowicz. Ese podría ser el epígrafe".
Me dijo que había estado preso por estafa y me contó que su padre era vareador en el Hipódromo y que había tenido mala suerte en las carreras. A los dos días apareció de nuevo y volvió a presentarse como si nunca me hubiera visto. Sufre una imperfección indefinida que le afecta el sentido de realidad. Está perdido en un movimiento continuo que lo obliga a pensar para detener la confusión. Pensar no es recordar, se puede pensar aunque se haya perdido la memoria. (Lo vengo sabiendo por mí desde hace años: sólo recuerdo lo que está escrito en el Diario.) Sin embargo, no olvida el lenguaje. Lo que necesita saber lo encuentra en la web. El conocimiento ya no pertenece a su vida. Un nuevo tipo de novela sería entonces posible, “Necesitamos un lenguaje para nuestra ignorancia”, decía Gombrowicz. Ese podría ser el epígrafe".
Una buena introdución que nos prepara para la lectura de los diarios que quiere compartir Ricardo Piglia con todos nosotros una vez al mes. ¡Gracias!
PD: Mañana Ricardo Piglia contará en este blog y la sección de Cultura de ELPAÍS el origen de sus diarios.
Fotografía de Daniel Mordzinski.
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